viernes, 13 de abril de 2012

Camino Catalán-Ebro 02. Figueres-Girona

Camino de Girona, del Empordà al Girones.

Fecha: 07/03/2012.
Dist.: 49,05 Km.; Asc.: 361 m.; T. Tot.: 4:45; T. Mov.: 3:34.
Alt. Max.: 158 m.; V. Med. Mov.: 13,0 Km/h; IBP.: 43BC.
H. Salida: 8:18; H. Llegada: 13:03.

Descripción.

Desde Figueres, siguiendo en gran medida el trazado de la AP-7, con la que nos encontramos en alguna ocasión. Atravesamos los valles meridionales del Alt Empordà, cruzando los ríos Manol (cerca de Figueres) y Fluvià (junto Báscara), para adentrarnos en el Gironès cerca de Viladesens, para llegar a Girona siguiendo el río Ter, coincidiendo con la Ruta del Ter a su paso por Cervià de Ter, Medinyá y Sarrià de Ter.

Etapa tranquila y cómoda (menos de 50 kilómetros y alrededor de 350 m. de ascenso), siempre por buenas pistas (en general con buen firme pero con algunos tramos bastante pedregosos) y carreteras locales sin tráfico (salvo dos cortos tramos: por la N-II para cruzar el Fluvià en Báscara, y por la N-IIa llegando a Sarrià de Ter). El perfil muy suave, sólo encontraremos un par de pequeñas “tachuelas”, en Creixell al cruzar la Riera d´Àlguema, y en Báscara para salir del valle del río Fluvià.

Pocos problemas de orientación, aunque hay que estar atento en muchos cruces y eché en falta señalización en algunos de ellos. Además de la señalización oficial de la Generalitat de Catalunya, empiezan a aparecer con más frecuencia flechas amarillas, pintadas por la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Girona desde el Coll de Panissars en La Junquera. A partir de Bàscara hay dos opciones, por Vilademuls o por Viladasens. Yo elegí esta última, con algo más de carretera, pero menos dura y que permite visitar Cervià de Ter, donde conecta con la Ruta del Ter.


Perfil.


Crónica.

El día amanece limpio de las nubes amenazantes de ayer, pero el viento continúa. Afortunadamente, sigue de componente noreste sin molestar mucho, y además, como vaticinó el dueño del hostal, desaparecerá en Báscara. Por delante un día corto y tranquilo para llegar a Girona.

Iglesia de Sant Pere. Figueres

Salimos de Figueres, pasando por el Museo Dalí, la Plaza de Sant Pere y la La Rambla, y después de callejear un poco tomamos la Carretera de Les Forques (algo de tráfico), que nos conduce tras cruzar el río El Manol a la rotonda de entrada a Santa Llogaia d´Àlguema. Sin entrar en la población, giramos a la derecha por una pista que cruza la AP-7, y nos conduce a Borrasà. Por aquí pasa la Vía Augusta, aunque no llegué a encontrar las marcas. Dentro del pueblo las flechas nos dirigen hacia la iglesia de Sant Andreu (un dicho popular dice “Les meravelles de Borrassà són Cal Batlle i el campanar”).

Iglesia de San Andreu. Borrassà

Desde Borrassà, por una pequeña carretera (han habilitado un carril bici) llegamos a Creixell. Tras cruzar la Riera d´Àlguema, por pista entre un frondoso bosque, afrontamos el primer repecho del día (2,6 Km. y 80 m. de ascenso), en el que los primeros metros son los más duros (unos 500 metros al 9 %).

Una vez superado, por pista (algo pedregosa como todas las de hoy) nos acercamos por primera vez a la AP-7, junto a la que continuamos durante poco tiempo, abandonándola para llegar a Pontós. Dejamos el pueblo por el barrio de El Castell, pasando bajo los resto del castillo, por una pista que acaba saliendo a la N-II, para cruzar el río Fluvià y entrar en Báscara. Atención en este tramo, algo más de un kilómetro, ya que el tráfico es intenso con muchos camiones pesados. Después del ruido de la carretera, podemos relajarnos con la tranquilidad de la Plaza Mayor, con sus nobles casas señoriales, a la que se accede por un antiguo portal de la muralla.

Portal de la Plaza Mayor de Báscara

Tomando la variante de Viladasens, continuamos durante unos metros por la N-II hasta el cruce con la GI-622, que tomamos en dirección a Sant Mori, e inmediatamente giramos a la derecha por el camino de Mas d´Espolla, por el que llegamos a Orriols (donde nos cruzamos con el GR 1 Sender Transversal), tras cruzar la carretera de Camallera GI-622. A nuestra derecha queda San Esteban de Guialbes y al fondo las cumbres nevadas de El Canigó.

Entre Báscara y Cervià de Ter

Dejamos Orriols siguiendo el GR 1, que cruza la AP-7 y llega a la carretera GIV-6234 que lleva a Viladasens, pero tras un kilómetro nos desviamos por el Camino de Mas Vitó hacia la Móra, desde donde una pista asfaltada conduce a Viladasens.

Desde Viladasens salimos por el cementerio, y por caminos agrarios que evitan en gran parte la GIV-6234 (salvo un corto tramo entre La Canova y el Molí de n´Hugues) llegamos a El Veïnat de Dalt junto a la Ermita de San Roc. Aquí hay que estar atento, ya que hay que tomar una pista pedregosa un poco escondida (yo casi me meto en el patio de una casa), que en fuerte pendiente desciende a El Veïnat de Baix, donde una pista asfaltada nos lleva en un kilómetro a Cervià de Ter.

Cervià de Ter merece una pequeña parada para visitar el priorato de Santa María de Cervià (con iglesia y claustro románico) y los restos de la antigua muralla que rodeaba el pueblo (cuyos elementos más destacados son la Torre de les Hores –torre cilíndrica de unos 10 metros de altura coronado por un reloj- y el Arc del Portal). Aquí conectamos con la Ruta del Ter, ruta cicloturística y senderista que recorre el gran río a lo largo de sus 230 kilómetros, desde su nacimiento junto al Refugio de Ulldeter-Estación de Vallter 2000 en los Pirineos, hasta su desembocadura en el Mediterráneo.

Santa María. Cervià de Ter

Por delante un tranquilo paseo de unos 10 kilómetros por pistas y carriles junto al río Ter. En el que, después de un corto tramo junto a la AP-7 (dejando al otro lado Medinyà, accesible por un puente sobre la autopista), el río se encajona formando un meandro a su paso entre la Muntanya del Congost y la Muntanya de Sant Julià (donde se encarama Sant Julià de Ramis y el Castell de Montagut, que controlaba el estratégico paso entre el Empordà y el Gironès), en su tramo más bonito. Sorprende este escondido y tranquilo rincón, rodeado de grandes vías de comunicación en una zona tan urbanizada e industrializada.

Junto al río Ter cerca de Sant Julià de Ramis

La tranquilidad termina pronto, al tener que salir a la N-IIa por la que circulamos durante aproximadamente un kilómetro y medio (tráfico rápido pero buen arcén, cuidado con alguna incorporación), hasta que entramos en Sarrià de Ter (que cruzamos por calles del núcleo de Sarrià de Baix por la Calle Major, por donde pasaba el camino real de Girona a Francia). Al final de la calle llegamos a un punto emblemático de la ruta, el Puente de L´Aigua sobre el río Ter (por aquí pasaba la Vía Augusta utilizando un puente romano, destruido durante la Guerra Civil y reconstruido por prisioneros republicanos).

Entramos en Girona por el barrio del Pont Major (siguiendo el Paseo Sant Joan Bosco), para llegar al centro histórico, por un camino bien arreglado a orillas del Ter. Poco después del Pont de Pedret, cruzo al otro lado del río por el Pont de Sant Feliu para acercarme a la oficina de turismo (frente a la estación de autobuses), antes de encaminarme al albergue juvenil, cruzando el núcleo antiguo de la ciudad.

Entrando en Girona

Objetivo cumplido, he llegado a Girona a tiempo para comer en el albergue, descansar un poco y dedicar la tarde para recorrer Girona con toda la tranquilidad. Lo imprescindible: la iglesia de Sant Feliu (con la capilla dedicada a Sant Narcís, patrón de Girona) y la Catedral (entrada gratuita para peregrinos, de impresionante planta, se puede visitar el claustro y el Museo Capitular –con su pieza más importante, el Tapiz de la Creación, único en su género-); pasear por las calles del núcleo antiguo por la calle de la Força (que coincide con el trazado de la Vía Augusta) y por las estrechas callejuelas de El Call (nombre que recibe el barrio judío); y recorrer los puentes sobre el río Onyar, para contemplar las coloridas casas colgadas sobre el río.

Muy recomendable: acercarse al barrio de Sant Pere para visitar el monasterio de Sant Pere de Galligants y los Baños Arabes; y recorrer el paseo de la muralla desde los Jardines de la Francesa. Finalmente, una curiosidad: en la Plaza de Sant Feliu se encuentra la columna de la Leona, origen de la frase popular que se dirigía a los visitantes “No pot ser veí de Girona/qui no faci un petó al cul de la lleona” (no puede ser vecino de Girona quien no bese el trasero de la Leona), un beso que se ha convertido en garantía para volver a la ciudad.

Río Onyar. Girona

Alojamiento: Albergue Juvenil Cerveri. 26,70 € M.P. (18,80 € alojamiento y desayuno). En el centro de la ciudad (en la Calle Ciutadans), primer albergue juvenil del recorrido (no es imprescindible el carnet de alberguista), moderno y funcional. Duermo solo en una habitación para 4 personas.

Otros alojamientos:
- Borrassà: Hotel 2* Cal Governador.
- Pontós: Pensión 2* Santa Anna.
- Bàscara: Pensión 2* Fluvià.
- Vilademuls: Pensión 1* Maret, Hotel 3* Sausa.
- Sarrià de Ter: Hotel 2* Nord Gironi.
- Girona: Amplia oferta de alojamientos.

1 comentario:

  1. Muy guapo el reportaje (soy linceiberico en el foro bicigrino).Tal y cómo te comenté me trae gratos recuerdos.Yo vivía a escasa distacia del Castillo de Montagut al que haces referencia.

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